– 20 de Diciembre de 2082
Hoy es un buen momento para escribir lo que sucedió con el mundo… Han pasado 5 años desde aquél día, el día donde la luz desapareció de la nada. Yo estaba un 30 de Septiembre de 2077 en casa con mi esposa Emily cocinando después de trabajar, la luz del sol se asomaba por la ventana aún.
Empezó con la electricidad; un apagón que hizo que nuestro televisor, la radio, el refrigerador y cada foco dejara de funcionar. Pensábamos que era uno de los tantos fallos que había en nuestra colonia con la electricidad así que continuamos cocinando y al terminar de comer tomamos una siesta en nuestra cama, hablábamos tranquilamente cuando escuchamos a vecinos haciendo ruido afuera. Ellos estaban asustados, todos lo estábamos cuando observamos que el sol se estaba apagando poco a poco y el frío era cada vez más notable, hasta que simplemente un tono azulado casi inexistente de las estrellas nos dejaba ver el sombrío mundo.
Es lo poco que recuerdo del inicio de todo esto, pero la gente se convirtió en algo diferente. Vimos como poco a poco la gente enloqueció por el miedo. No sabíamos nada de lo que pasó, y los policías dejaron de ser policías como para ayudar.
Todos empezaron rompiendo las entradas de todas las tiendas con antorchas, robando hasta la última lata de atún y la última botella de agua. No entendía por qué todos habían enloquecido, quizá pensaban que era el fin del mundo, ¿pero en qué los iba a salvar el robar comida? Mi esposa tenía miedo de salir al ver todo, así que me pareció bien que se quedara mientras salía por algo comida en lo que el gobierno llegara a poner orden.
Nunca sucedió, supongo que ninguna parte del mundo podía comunicarse con la otra y todo colapsó pero nunca llegó nadie. Y todo empeoró en unos meses; la gente peleaba por un trozo de pan hasta tal punto de matarse. Se escuchaban gritos, se escuchaban niños llorar cada día.
Todo llegó a tal punto de que incluso tener una antorcha prendida era peligroso; extraños llegaban, te robaban toda tu comida, tu ropa abrigada, abusaban de cada mujer que estuviera y finalmente te mataban. Pasó con la mayoría de gente que ví afuera, también pasó con mis vecinos.
Logré sobrevivir con Emily 3 años escondidos en el sótano oculto de mi casa, gracias a que antes de todo yo era un poco paranoico y quería tener un lugar para escondernos. Pero… Pasó, era de esos días donde ella estaba asustada porque yo iba a salir a buscar comida. Ella comenzó a llorar por que no me fuera, y realmente no sé por qué tuve que salir en ese momento si aún teníamos comida para dos o tres días. Pero salí, tardé algunas horas quizá intentando buscar y ocultándome. Conseguí comida en un departamento de un tercer piso a 10 calles de mi hogar, así que regresé felíz de que por fín iba a verla de nuevo, pero no fué así… Y de tan sólo recordarlo me parte el corazón nuevamente; me dan náuseas, se me llenan los ojos de lágrimas y mi cuerpo se siente vacío.
Ella tenía miedo, ella estaba triste por todo lo que estaba pasando, pero yo decidí preocuparme por buscar comida. Y sí, fué para mantenerla a salvo, ¿pero a qué costo?
La ví llorando, lloró para que no me fuera e incluso se aferró a mí, y aún así me fuí. No pude esperar a que se sintiera mejor, ni siquiera me disculpé, y así la perdí. No entiendo por qué me fuí cuando aún lloraba. Ahora su imágen llorando es la única que queda en mi memoria.
No sé si se fué, si se la llevaron o si salió a buscarme, pero desde ese día, el 4 de noviembre del 2080, no he dejado de buscarla. Camino y camino en la interminable oscuridad, en este frío que cala en los huesos, tan sólo por estar con ella de nuevo.
Han pasado años aferrándome a encontrarla, he hecho muchas cosas para sobrevivir de la gente, tan horribles que prefiero no mencionarlas.
Ahora, después de tanto, soy de las pocas personas que lograron sobrevivir, pero no me siento orgulloso. No tengo nada por qué sentirme bien y aferrarme a vivir en un lugar como este.
Un día de mis búsquedas, conocí a un extraño hombre que casi mato, se llamaba Frank, me contó sobre unas instalaciones de la NASA donde se había reunido gente perdida y quería que fuera, al parecer era un lugar grande. No tenía nada qué perder así que fuí. Caminamos y caminamos hasta que finalmente llegamos.
Era un lugar muy grande, y sí, había mucha gente intentando sobrevivir, pero eso no me interesaba. Yo corrí en cada habitación gritando su nombre buscando su rostro como desesperado. Pero no, tampoco estaba ahí, y tuve que aceptarlo en la habitación más sola de las instalaciones, donde simplemente me senté en un escritorio a llorar entre papeles y papeles de informes raros sobre algo invisible acercándose momentos antes del 30/Sep/2077, algo raro sobre una estrella llamada KIC 8462852. Y en la pared estaba escrito en grande «Freeman Dyson Tenía Razón», no lo entendí y no me importó, sólo tomé uno de esos papeles para escribirle una carta a Emily, porque finalmente perdí mis esperanzas de verla de nuevo en este mundo, y espero que, pueda verte en otro lugar, en un lugar donde no tengas miedo, donde aún quede luz, donde pueda escuchar tu voz contando cualquier cosa.
Decidí hacerlo desangrándome poco a poco para tener esa visión de todo lo que haz vivido tan sólo para verte.
Mientras muero, la gente gritaba y aplaudía allá abajo. Y en lo que era mi visión cada vez más borrosa, en lo que parecía ser una ventana, el sol se asomaba de nuevo.
Mis ojos se cerraban poco a poco, y cuando se cerraron completamente, finalmente te ví.
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