Capítulo 2: La segunda carta.

Capítulo 2: La segunda carta.

Butterfly

28/02/2022

Después del momento del restaurante temía que pensaras que estaba obsesionandome contigo, cuando sólo era casualidad que te encontraba en todas partes supongo que era normal ya que estábamos en la misma escuela, pero bueno, unos días después del día del restaurante, decidí que si te veía sólo huiría de ahí, me encontraba en la biblioteca con Grace…

—Terminé las ventajas de ser invisible este fin de semana, ¿leíste algo nuevo Winter? —me hce señas con la mano sobre la cara—. ¿Estás ahí?

—Si, lo siento —respondí volviendo a la realidad.

—Te veo distraída, ¿estás bien? —preguntó preocupada.

—Si, estoy bien —dije no muy segura de mi respuesta—, el fin de semana leí Una corte de rosas y espinas.

—¿Y qué tal estuvo?

—Super, lo terminé y me gustó pero, no creo que lea el siguiente.

—¿Por qué no?

—Porque es como otra versión de la Bella y la bestia, así que no tenía más ganas de leer del Sindrome de Estocolmo pero con momentos eróticos y a ti, ¿que te pareció las ventajas de ser invisible? —le decía mietras veía a todas partes y veo como Grace se rió por mi comentario.

—Me gustó aunque siento que prefiero la película, Logan lerman se lució como Charlie.

—Si, estoy muy… de acuerdo.

—Si, la parte donde se comió una iguana viva entera fué alucinante —dijo grace con tono sarcástico.

—Si también me impactó —me chasqueó los dedos en la cara para que volteara a verla.

—Winter, eso nunca pasó, se nota que algo te tiene muy dispersa, más de lo normal en realidad, ¿Pasó algo en el trabajo la semana pasada? —pregunta con un tono preocupado.

—No, ¿qué trabajo?, ¿De qué hablas?, ¿Quién te dijo? —estaba nerviosa y roja de la pena.

—Winter, no sé de que crees que estoy hablando, pero deberías despejar tu mente y ponerme atención unos segundos, ¿está bien? —me toma la cara con ambas manos.

—Okay

—Inhala y exhala —lo hago—. Ahora dime que pasa.

—Bueno, es que la semana pasada cuando venimos a la biblioteca…. yo…

—¡Conociste a un chico! —me interrumpe.

—No… bueno… en realidad… yo…

—Conociste a un chico, lo sabía, ¿cómo es?, ¿es lindo?, ¿cómo se llama?

—Ese es el problema aún no lo sé.

—Pues, busquémoslo será fácil encontrarlo.

Grace creía firmemente que encontrarte no sería problema, ya que todo mundo tiene redes sociales, pero, se dió cuenta que sin saber si quiera tu primer nombre jámas te encontraría amenos que te lo preguntara en persona la cual era una opción a considerar, pero no me animaba a hacerlo. Seguía yendo a la biblioteca y aún temía que si te encontraba desaparecería de la faz de la tierra.

Al paso de los días fue constante las veces que Grace intentaba convencerme de hablarte, decidí que era momento de hablarte para conocernos, saber si eras lindo conmigo por amable o por algo más. Te ví entrar en la biblioteca así que pensé que era mi oportunidad, entré y no te veía.

—Ni siquiera es tan grande esta biblioteca —pensé.

—¡Hola! —exclamaste de la nada.

—¡Ay!, Que susto me diste —dije dando un salto.

—¿Puedo preguntar por qué me seguías? —te acercaste con tono coqueto.

—Ehh….claro…yo…estaba buscando un…libro, si un libro —mentí tartamudeando.

—Ah, y ¿cuál libro?

—La….La ladrona de los libros —dije rápidamente del primer libro que se me ocurrió.

—Oh, claro —agacha la mirada para darse cuenta que lo llevaba en la mano—. Aquí está.

—Oh, pero si tu lo quieres leer primero, yo puedo esperar —respondí temblando.

Hubo un silencio donde me veías con una sonrisa y temí estar incomodándote, así que tomé el libro y salí huyendo. Había estado tan nerviosa que olvidé preguntarte tu nombre, pensaba que había hecho el ridiculo así que volví a tener miedo de hablarte.

—Winter, el hecho que te pongas nerviosa ahora, no significa que sea malo, él te habló primero después de todo, significa que te tiene en su mente, ¿no crees? —dice Grace alentándome.

Simplemente me quedé pensativa todo el día. Al llegar a casa me preguntaba que podía hacer para expresarte mi curiosidad por conocerte, de una manera que fuera sencilla para mi, aunque sentía que hablar no era lo mio. Decidí escribirte una segunda carta..


Hola, yo de nuevo

Sé que es la segunda vez que te escribo, pero es la unica manera en la que me puedo desahogar sin necesidad de hablar. Quería decirte en esta carta que me pareces muy lindo, que quisiera conocerte más, pero temo que mi mismo temor me impida hacerlo, tal vez si pudiera escribirte algo que no se viera tan atrevido como una carta, tal vez una nota, creo que es una buena idea, me encantaría hacerlo.

Con mucha pena.

– Winter

Así fue como decidí escribirte una nota, que después te entregaría, no sabía de donde sacaría el valor pero lo haría. Me encontraba en el trabajo, tomando órdenes, con la esperanza de volver a verte. Tristemente no te ví, pero al llegar a casa recibí una foto de parte de Grace. Estabas en la puerta del café, pero no entraste, te quedaste afuera viendo al interior, sólo me hizo emocionarme de una manera que jámas lo había hecho. Esa noche simplemente no podía dormir.

Al despertar pensé que todo había sido sólo un sueño, pero vi mi teléfono, no fue así, todo era real.

—¿Qué le pusiste en la nota? -preguntó Grace curiosa.

—No puedo decirte, es secreto —desvié la mirada donde no viera la reacción de Grace.

—Vamos Winter, ¿le pusiste lo enamorada que estás de su sonrisa o de como no has podido empezar el libro porque sientes que es sagrado, sólo porque lo tocó antes que tu? —intentó ponerse frente a mi mientras yo volteba a todos lados.

—Sólo le puse que me gustaría hablar con él de nuevo, ¿está bien? —respondí sólo por su insistencia.

—Está bien Winter, es un comienzo, creo que debiste poner tu número también, pero no está mal.

Al llegar al trabajo Tony se acerca y sabía que me esperaba una tonta broma sobre mi nombre.

—Winter, al fin llegas, creí que sería otoño por siempre —se rió de su propio chiste.

—Tony deja de ser tan tono y ponte a trabajar.

—Sí deberían de ponerse ambos a trabjar si es que quieren seguir conservado sus empleos —nos interrumpe la jefa.

—Si señora, dijimos la unísono.

Me puse a limpiar una mesa y llega Luciana.

—Winter, en la meza 7 hay alguien que quiere que lo atiendas tu —me miró de una forma pícara y casi riéndose.

—¿Yo?, oh, okay -dije con la cara enrojecida.

—Por favor que no sea él —me dirijí pensando.

—Hola Winter —eras tu.

—Hola, dime ¿en qué puedo ayudarte? —estaba más que nerviosa.

—Si, es que no sé que tipo de café pedir esta vez, ¿podrías hacerme una recomendación?

—Ehh, claro ¿qué tipo de café crees que tienes más antojo, algo frio o caliente?

—Bueno estaba pensando en algo caliente, pero que no esté hirbiendo.

—Oh pues, recomendaría el capuchino de vainilla o canela depende tu gusto —tragué saliba.

—Me gustaría probar tu favorito —me sonrojé.

—Ehh, yo prefiero el de vainilla.

—Entonces uno de vainilla será y una rebanada de pay de queso, por favor.

—En seguida se lo traigo —casi me caigo al tropezar con una silla y corri a la cocina fingiendo que no me pasó nada.

—¡Un capuchino de vainilla y una rebanada de pay de queso para la mesa 7! —le dije a Keeva (el cocinero).

—Vá en camino.

—Winter, ¿es el chico de la otra vez, verdad? —preguntó Luciana al entrar a la cocina.

—Si, lo es —respondí viendote.

*sonido de campanita*

—¡Un capuchino de vainilla y una rebanada de pay de queso para la mesa 7 listo!

—Gracias Keeva.

—A tus ordenes Winter —me hizo seña de capitán.

Me acerco a ti,con tu orden.

—Aquí tiene, disfrútelo.

—Gracias Winter.

—No hay de que —me voy a la cocina y continuo atendiendo a más clientes.

Unos minutos después veo que llega alguien contigo te abraza y se sienta en tu mesa.

—¿Será su novia?, no, no creo —pensé.

*te besa*

—Al parecer si.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS