Melodía Germinal

.

.

Prefiero que cada tanto

mis letras bailen con tu canto,

¿de qué sirve hablar en serio

si Venus está brillando?.

Al oeste aparece,

parece el lunar de una noche latente,

me pide que una mentira le cuente,

de las que nacen y mueren,

como diente de leche:

.

Era de piedra

esa enredadera,

una hiedra, la primera.

.

Vuelta de madera la piedra,

esmeralda vino regó sus venas,

antes transparentes,

se volvieron verdes.

.

Lenta su carne se hizo,

pareció comerse el aire,

el viento se detuvo

solamente para verla encontrarse,

en su verde carne,

transparente vena,

esmeralda piedra,

vuelta madera,

buscaba un afuera.

.

En su adentro

hubo un encuentro

de risas y lamentos de otros tiempos,

de cuentos y sus intentos

de vestirse del susurro travieso

de arroyos detenidos, tiesos,

en un único momento.

.

No creas que miento,

a veces es cierto

que cada segundo suelto

es un suspiro buscando compañero,

de su misma tierra hierro.

.

Y cuando descubrió ésto

se trepó hacia el cielo,

hizo un agujero en el mar de los vuelos,

abuelo de los sueños que no nacieron;

y subió hacia el sol de los inviernos,

el sol más bueno,

cortejo de fuego,

acarició el color ciego

de la flor de ojos de hielo,

de pétalos etéreos dedos,

símbolo secreto,

abierto camino hacia lo incierto.

.

De arriba a abajo,

del cielo al infierno,

va este extraño cuento.

.

No temas al misterio de la flor en su vuelo,

y su raíz caminando el suelo,

buscando en algún lado

compañero de hierro,

el sol de su invierno,

un mordisco

de deseo

eterno.

.

.

Fragmento de ‘De la piedra al polvo’ de Riqui Venoso

Colección ‘Misticismo Suburbano en Historias Breves Ilustradas’

Disponible en Blurb

Derechos reservados

https://www.blurb.es/ebooks/765085-de-la-piedra-al-polvo

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