TERGIVERSADA@GMAIL.COM

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Sergio Rodas

17/03/2021

Priscila se levantó con la idea de contestar un correo que tenía pendiente en la oficina, se levanta y aún semidormida va al baño, intenta encender luz y no consigue el interruptor, Priscila trata de enfocarse y busca mejor y se da cuenta que no es su pared, ni su baño, ni su casa, Priscila baja la mirada y se da cuenta que una prominente panza le cuelga, tampoco es su cuerpo, Priscila es una mujer inteligente, en su mente resuelve que está en un sueño, se toma libertades, se quita la ropa, camina a la sala, se sienta desnudo o desnuda en el mueble y siente todo muy real, Priscila recuerda el correo y decide despertar, intenta hacerlo y no puede, pasa por la cocina y no ve nada. Voltea nuevamente a la sala y decide buscar algo en la nevera. Al ver de nuevo en la cocina puede ver un cuchillo dónde no había nada hace segundos, se dice a sí misma, es un sueño todo puede pasar. Y al sentirse inmune decide hacerse daño en el sueño para poder despertar, al contar con el cuchillo en la cocina toma la decisión, al sentir el filo en las muñecas, cae la sangre, un frío recorre la espalda y una sensación de miedo y terror la invade, nunca despertó, no entiende la situación, no tiene explicación, el día de hoy, en una casa diferente, en un cuerpo distinto, en una dimensión desigual, quitó su única vida, contando con que podía despertar.

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