No correspondido

No correspondido

José Grados

07/03/2021

De: Carax

Para: Mi amada no correspondida.

Buenas buenas, no se como empezar esta carta la verdad,  primero te quiero dar las gracias por todos esos momentos compartidos, esos momentos inolvidables que se alojan al lado izquierdo superior de mi pecho, guardado en un baúl bautizado como » La tumba de una ilusión».

Te doy las gracias, por ese amor que me diste durante esas fugaces tardes de verano donde las horas parecían irse en un minuto, donde todo lo malo parecía desvanecerse con tan solo mirarte a los ojos. Te doy las gracias, por esas llamadas donde los temas de conversación parecían no acabarse. Te doy las gracias, por darme la confianza de seguir mis sueños y alumbrar las penumbras de mis pensamientos con tan solo 1 baile.Te doy las gracias, por confiarme tus mas profundos secretos y penas.Te doy las gracias, por hacerme sentir esa ilusión de que nunca acabaría la felicidad que tu me traías a este mundo lleno de desgracias.

Como supuse, lo nuestro era muy bueno para durar para siempre.

Una mañana desperté como de costumbre y descubrí que tenias que irte, tenias que bajar de mi vagón del tren en las vías llamadas «Vida» para tal vez no verte más.

En el momento que lo supe, me rehusé a esa idea y me quise aferrar a ti como sea, no quería perderte e intente convencerte de no bajar aun así no sea tu voluntad.

Me intentaste explicar el motivo de tu bajada, la verdad siento que me lo dijiste para no hacerme sentir mal o algo, no lo sé. Siento que si me entero del motivo real echare a llorar hasta el cansancio. Pero sea cual sea el motivo exacto, era por tu felicidad.

Mientras me dejaste calmarme por tu decisión, estuve recordando la primera vez que te vi, el primer beso bajo aquel huarango, que fue el primer testigo de nuestro amor, nuestras aventuras sobre una mesa. En eso se me viene a la mente mis promesas, una de ellas fue poner tu felicidad por encima de la mía.

Entonces supe que era lo que debía de hacer, dejarte bajar de mi tren…

Me llene de coraje para poder hacerlo. Cuando llego el momento de hablarte me mantuve lo más cuerdo posible, mantuve la cabeza fría y te dije lo siguiente:

Que no ahogues pena por dejarme, que no se te ocurra hacer nada estúpido, que a pesar de lo mal que vayan las cosas me sonrías como te solía decir cuando te sentías mal, que usaras la pulsera que es símbolo de nuestro amor y que mientras te la pongas recuerdes que desde donde sea que este yo siempre te amare, que me prometas que todos los dias te recuerdes lo mucho que te amo y que te mires al espejo y te des un halago como yo lo hacía todos los dias, y por ultimo pero no menos importante que te cuides y seas feliz que eso es lo importante.

Tu no llegaste a decir nada, solo silencio, un silencio que por dentro me rompió.

Entonces me fui, sin más.

Posiblemente leas este escrito mas adelante, cuando vuelva a agarrar el coraje para mostrartelo de alguna forma, si es que lo lees, quiero decirte que te ganaste lugar en mi corazón y mis recuerdos.

Y te quiero pedir perdón, por no llegar a ser lo que deseabas, por tal vez yo no hacerte del todo feliz, por no ser de los más románticos del mundo, por no llegar a comprender tus penas del todo, por no ser perfecto para ti. Cosa que hasta el día de hoy lamento, porque te perdí y sigo creyendo que en parte es mi culpa.

Amor mío, tal vez no correspondido, no guardo rencor alguno por todo esto, aunque así lo creas. Eres y serás siempre una de las mejores personas que se pudo subir a mi tren y como ya mencione, perdoname por no ser de las mejores compañías, pero espero hayas disfrutado este viaje.

Te ama, Carax.               

Y estas palabras vienen de mi corazón… Lu.   

 

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