(para leerse con la musiquita, y si ya no está, es una versión de una hora de «in the mood for love» de Shigeru Umebayashi )
Creo que no me había dado cuenta, vivía en una burbuja de cristal, todo parecía tan cercano, todo se veía tan brillante, me equivoque.
La burbuja se reventó y el mundo se mostro tal cual es, ¿ya no es tan lindo verdad? me siento ajeno, impropio, no creo que me guste mucho vivir aquí, los colores aun brillan y las aves cantan, la comida es deliciosa y las fragancias me encantan, pero no pertenezco aquí, no se siente como el hogar. Oculto se arrastra tras las sombras, esto ya no me pertenece, creía que solo debía enfrentarme a lo interior, a mi mismo, pero esto me rebasa, está ahí afuera como el polvo, la ceniza que te asfixia, llueve sobre nosotros y quema la vida, envenena los campos. ¡Algún día de la tierra infértil nacerá vida! lo sé, espero que así sea.
¿Entonces cuál es; la vida nace corrupta o se corrompe en el camino? no lo sé, me cansé de preguntar, el mal existe como la sed, insaciable, ¡deseo no saber! aun no es tarde. Por mis poros penetra la miasma social ¿acaso todos ahí afuera viven envenenados? lo dudo, si fuese así la luz seria mas intensa. Mi sueño es el olvido la sin razón, el vacío, perderme a mi mismo de mi, dejar este mundo absurdo…
Antes buscaba la salvación en forma de mujer, que llegara a libertarme de mi, del aburrimiento y la pereza, una mano que me arrebatara del abismo, de la absurda rutina, pero era mentira, quien si no «yo» para vivir, luego la busque para ser feliz ¿Por qué? Por que así lo suponía, que absurdo, otra vez lo olvide, olvide que ya era feliz ¿Debería compartir esta felicidad? Aun así la busque, otra vez falle. Ahora no tengo fuerzas ¿O son ganas? Todas las razones egoístas las borre, me purgue de mi otra vez, sin embargo permanece su imagen idealizada de mujer, perpetua e intachable, ¿Para qué? para recordar, recordarla a ¡ELLA! que llego cuando la ignorancia era bella, de esa infancia cada vez mas lejana, de la simpleza.
No miento si digo que la ame a ¡ELLA! como un ser, no la imagen o a la idea, eso fue antes, antes del tiempo de la belleza y la razón, en la niñez, cuando uno quiere bonito y sin interés, así recordar como fui, mirando a gente que ya no es lo pienso o quiero que sean. Ya ha pasado un tiempo pero recuerdo un día en medio de mi sobriedad, encontrarme ante el espejo y no saber quien era el que miraba de vuelta, fueron escasos segundos de desconcierto y magia, en contraste, la embriagues me hastía con una sensación de certeza en el espejo, me veo sin tapujos, desnudo, hiperreal, para mi la embriagues perdió el gusto de forma secuencial, no digo que no la extrañe, es solo que en parte perdió su razón de ser, debió ser el olvido y la sin razón, pero me encontraba repetidamente con un mundo hiperreal, me encontraba ante mi y la memoria, con este mundo moribundo, el recuerdo de ¡ELLA! y mas, la burbuja no se regenera, los pedazos que dejó atrás ahora son arena, mis huellas en ella marcaran la historia ahora, recordatorio obligatorio de acción, aunque yo solo quiero estar y ser, solo quiero tumbarme y descansar. El humo del cigarro baila a mi alrededor y luego se va, que efímero despliegue de vida, acabo de recordar su amor, ¡Ella! era tierna y quería bonito, mi amor por ¡Ella! fue infinito hasta que termino, ahogado por mis manos, tenia miedo talvez, ya no lo sé, pero creo que ahora ¡Ella! es feliz, me alegro… Algunos días me percibo como un agujero negro, quizás si se quedaba mas tiempo junto a mi yo hubiese acabado con una parte de ¡Ella! aquello que más amaba, su inocencia y felicidad, creo que es por eso que finalmente la busque a ¡ellA! la considere diferente a las anteriores, tenia algo especial, también era hermosa, poseedora de una sensualidad sin precedentes para mi, además parecía ser que nos complementábamos muy bien, en mi cama en la madrugada ¡ellA! fumaba un cigarrillo mientras el humo revoloteaba, ella me sonreía, hermosa, yo sonreí de vuelta.. Al final no duro, nunca dura, esto de que el romance me dure lo mismo que una botella de caña helada me a cansado hasta el hastío y después llega la resaca, infame, el mal sabor de boca y una sensación de vacío.
Antes realmente tenia miedo de estar solo, y no como solo sin compañía, una soledad espiritual, la falta de una pareja en la vida, ahora ya no me importa, tampoco me molesta, pero no puedo negar que cuando veo parejas, dependiendo del momento, bien puede ser incomodo, persiste una sensación de ¿envidia? quizás. Hace no mucho aprendí a decir «te amo» o a utilizar la palabra «amor», entender «Amor» como concepto tiene varios niveles y profundidades, aprender sobre el amor paternal y fraternal, aun se complica un poco cuando el sentimiento es mas puro e intenso, pero me parece un avance importante. Aun persisten problemas respecto a como me relaciono con los demás, cada vez un poco menos, sin embargo cada vez un poco mas…
En Quito, ahí en esa ciudad gris y fría, en esa ciudad del olvido, persisten algunas; calles, esquinas, recovecos, parques, plazas, fachadas y mas, lugares sin nombre que guardan para mi recuerdos efímeros, pero persistentes, son como un diario de mi experiencia, de mis vivencias, no miento si digo que he sido feliz, pero el miedo que me acompaña no me deja progresar, me detiene, me atormenta en las mañanas y en las noches me ataca.
Quizás sea mas grande y mas viejo que cuando temía al abandono y a los monstruos que habitaban en las esquinas oscuras de mi habitación, hoy ese lugar que se veía tan amenazante se ha convertido en el refugio donde me guardo del exterior, ese lugar lleno de monstruos que caminan erguidos, orgullosos, las caretas de falsas sonrisas y segundas intenciones me aterran, soy ingenuo por naturaleza y no entiendo muchas cosas, aun me escondo en la falsa sensación de seguridad de mi ignorancia, pero tengo miedo, mi agorafobia crece con los años…
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