Obras Independientes

Este poemario nace en un espacio lleno de sueños y abundantes pensamientos, es una invitación a hacer del silencio, ruido; única forma de salvarte y ser libre por un instante. El libro refleja tres etapas distintas donde la palabra junto al ritmo de la memoria tejen un puente lleno de aventuras.

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POEMA DEDICADO A LILIAN Y AL SILENCIO

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Las palabras nos acompañan en todo, la mayoría las elogia, pero que pasa con las que lastiman, con las que no se dicen, con esas que provocan un agujero en el estómago que termina en sufrimiento, con el engaño.

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Una historia que salió de un estrés post traumático. Intento expresar lo que sentí una tarde de vivencias de mierda.

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Vivía arrepentida  Vivía Arrepentida En el momento de correr Tuvo miedo a la huida  Cielos grises  Días negros  Relámpagos, rayos  Golpes como truenos  Fue valiente  Nadie la creía  En este mundo de ignorantes No dice más el que chilla Ahora lloras su partida  Escucha , siente y empatiza  Quizás no sea la única arrepentida

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Qué pensaría de esas almas libres que se detienen dentro de tu burbuja y van a un ritmo invisible. Un ritmo donde pocos pueden percibirlas. Algunos años atrás pensaba en la ridiculez de cantar con los auriculares puestos; hoy creo que es un acto revolucionario. Que salir y caminar de la mano, era la cursilería...

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El silencio aquí puede hacer mucho ruido.

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Y ahí estaba yo Mirando su foto Y escuchando su voz Diciéndole «Te amo»  ——— Como si tan solo En forma de susurro Pudiera oírme  Hablar.

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Entonces… Muere el bullicio. Las aves esconden sus cantos. Los vecinos amordazan sus chismes. Los automóviles enmudecen sus claxóns. ¡Abrid las puertas! Grita alguien, pero no se sabe quién. La voz de la ciudad se torna en un soplo añil Dirigiéndose al vespertino cielo. Oscilando entre el silencioso viento, transforma el aura en un Pájaro...

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¡CÁLLATE! Te lo pido, por favor. Mi voz se encuentra agotada, cansada de no tener nadie que la escuche. Resulté ser una torpe niña con deseos mudos.

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Aquel día no me equivoqué cuando te susurré al oído que te quería. No fue un arrebato ni mucho menos obra del THC, por si te asalta la duda. Esa noche la oscuridad cubría nuestros cuerpos desnudos entre las sábanas blancas, y por las ventanas se colaban las tenues luces naranjas de los faros de la...

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En un espacio me siento a contemplar el tiempo.. Que en mi mente se resumen de aquellos momentos.. Respirar ya no es más que sólo el viento.. En que las horas transcurren y se llevan este fragmento..

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