Obras Independientes

Obras con la etiqueta: relatos

El vendedor de queso

Ojo de Gato

Arequipa en los 80 todavía no tenía centros comerciales gigantes ni luces de neón por todos lados. Era más bien una ciudad de volcanes atentos y calles con casas de sillar que te hacían sentir que todo tenía una historia escondida. Yo tenía 14 años, vivía en La Aurora y mis días olían a fútbol...
Seguir leyendo

19

3

Hay gente que llega tarde y se gana mala fama. Que lo miran mal en el trabajo, que lo retan en la casa, que lo cargosean los amigos. Pero nadie habla del otro extremo: los que llegamos demasiado temprano. Los mártires de la puntualidad. Los fantasmas que rondan los lugares cuando todavía no hay nadie....
Seguir leyendo

14

0

No sé en qué momento Lucía se volvió tan amiga mía. Supongo que pasa eso con ciertas personas: uno no recuerda exactamente cuándo llegaron, pero sí sabe que sería triste volver a vivir sin ellas. Lucía tiene esa mezcla curiosa de sarcasmo elegante y ternura camuflada. Es de las que se ríen fuerte, pero lloran...
Seguir leyendo

24

1

Perro y Gato

Ojo de Gato

Cierto día, una muy buena amiga me pidió un favor: que me quedara con su perro por el fin de semana. Ella se iba de viaje y Orejas, como se llamaba el enano, no tenía con quién quedarse. Entendiendo la situación acepté casi de inmediato. Lo cierto es que, aunque nunca fui muy aficionado a...
Seguir leyendo

23

0

El ciego era yo

Ojo de Gato

Una noche de fina garúa limeña, de esas en que el cielo parece una sábana sucia tendida eternamente, iba caminando por Angamos con Aviación. Exageradamente abrigado, con las manos en los bolsillos de la casaca, la capucha encajada en la cabeza, escuchando “Me equivocaría otra vez” de Fito & Fitipaldis en mi Spotify, con esa...
Seguir leyendo

25

2

El hombre invisible

Ojo de Gato

Teodoro tiene 67 años. Cada día, sin faltar uno solo, se levanta a las cuatro de la mañana. El despertador no le hace falta; su cuerpo ya está entrenado. Abre los ojos cuando aún es de noche y, en silencio, empieza el ritual: se pone los zapatos gastados, dobla con cuidado la frazada, le deja...
Seguir leyendo

25

1

Un gato al volante

Ojo de Gato

Cuando era chico, quizá tendría unos catorce, aprendí a manejar antes de afeitarme. No por necesidad, ni por urgencia, sino por una ambición casi litúrgica: ganarme el privilegio de manejar el auto del Gato Mayor, mi papá. El auto en cuestión era una leyenda: un Volkswagen Escarabajo del año 77, color blanco humo, con aros...
Seguir leyendo

33

0

Lágrimas freelance

Ojo de Gato

Hay quienes tienen la piel dura, como los cactus, que resisten la sequía o los embates del sol sin chistar. Y luego estoy yo, El Gato, con el alma hecha de papel de arroz, emocionalmente biodegradable. Lo mío no es sensibilidad, es una suerte de radar hipersensible que capta todo lo que tiembla, lo que...
Seguir leyendo

37

2

El chaleco de Alicia

Ojo de Gato

Yo era beige. Suena aburrido, lo sé. Un color neutro, tímido, de esos que no buscan llamar la atención. Pero Alicia me creó. Me tejió ella misma hace más de treinta años. No recuerdo cuanto demoró en crearme, pero sí recuerdo el instante exacto en que me puso por primera vez: el calorcito de su...
Seguir leyendo

139

6

Madrid fuiste tú

Ojo de Gato

Joaquín no era hombre de nostalgias ni de promesas. Tenía una relación cordial con el tiempo, un pacto, un acuerdo: lo dejaba pasar, sin urgencias ni reclamos. Le gustaba su vida tranquila, su cama grande y sin ruido, la quietud de los domingos. Practicaba el desapego como otros practican yoga o meditación. Y, sin embargo,...
Seguir leyendo

117

1