No miras. Consagras. El ojo es un calvario sin párpado, una herida abierta en el tejido de la carne. El iris, un laberinto de filamentos ardientes donde lo que entra jamás regresa intacto. ¿Qué queda en la pupila cuando absorbe demasiado? ¿Cuando el ojo, insaciable, succiona lo que mira hasta dejarlo hueco, hasta vaciar la...
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