Enero se consumió lento y pesado, como un espiral de cuyo recuerdo solo quedan algunas cenizas por acá y por allá. Intenté hacer de cada crepúsculo matutino una nueva oportunidad para nutrir -y distraer- la mente y el espíritu. Leí Orgullo y prejuicio (Jane Austen). Vi Orgullo y prejuicio (Joe Wright). Me subí a subtes...
Seguir leyendo
78
1