Cada mañana soy diferente, por lo que cada mañana se repite lo mismo. A veces soy un pájaro, libre. Otras, un reo tras barrotes de conformismo. Unas veces soy alto, otras ando encorvado. Unas veces, mi sonrisa llega a mis orejas, otras mis labios forman una montaña. A veces me como el mundo, otras se...
Estoy redonda. Pero es mi último día de esfera. Hoy dejaré de girar para bajar de peso en picada. Me miro. Los bordes se hamacan y pienso que parezco disfrazada de marea. Soy un planeta con bata azul. Me veo en el espejo vestida de plástico, de firmamento y de miedo. Indumentaria descartable entibia mis...
A Martín le volaron la cabeza con una Itaca. La muerte lo tomó tan de sorpresa que al principio tardó en entender por qué todos lloraban tanto. “Muchachos, no se pongan así…” De repente se quedó viendo películas en las que no pasaba nada. Delante de sus ojos, infinitas ventanas en blanco. Sintió un estampido,...
Desde que estoy pelada nunca había vuelto a pensar en ponerme linda o en besar a un hombre. En ese lugar siempre me había cruzado con gente atormentada, hasta que lo vi a él, con su cicatriz dividiéndole la nuca, pero con una sonrisa abotonada entre las orejas. Después de las agotadoras sesiones de quimio...
Estaba un poco loca mi madre. Se ponía tan fiera cuando se trataba de amar, que parecía un volcán. Tenía delicadeza mi madre. Nunca contaba los episodios que la incluían. Podía haber abierto la almidonada boca, y todos hubieran festejado su talento. Pero no lo hizo. La modestia, esa seguridad interna de su propio valor,...
Doce campanadas de un mediodía. Lluvioso. De agosto. Erizados los pelos del gato un minuto antes de. Estremecido, intuyendo que en el silencio de la iglesia. Un monje pálido sube. Escalera caracol, mientras el frío poco a poco. Una mano huesuda sobre la baranda. En la otra, la cuerda que le servirá. La extremaunción siete...
Cuando despertó, su vida entera había pasado como una exhalación por cada terminación nerviosa. Alfonsina supo que ya nunca podría sacar la cabeza del agua. El verdadero sueño había comenzado.
Había una vez una mamá. No una mamá cualquiera. Se había encargado de multiplicar su condición por siete. Eran todos machos y adoraba sus boquitas hambrientas, y su pelo blando de lanugo perfumado. Los amaba desde la postura erguida del mayor, hasta las pezuñas vacilantes del más pequeño. Una tarde tuvo que dejar la guarida....
Los actuales habitantes del Noroeste Argentino besan la tierra a cada paso que dan. Veneran a la Virgen poniendo las rodillas en tierra, y decorando las puertas de la iglesia con naranjas, que son frutos de la tierra. Estar en un pucará al mediodía es mala suerte, porque el sol está perpendicular al suelo, y...
Barbarita vive en una institución. Con la cabeza de una muñeca rota aprendió a acunar a un bebé. Su juego nunca recogerá la sonrisa de la madre que la abandonó cuando nació discapacitada. Barbarita tiene fuerza. Con dos brazos largos agita las ruedas de su silla para ir a ninguna parte. Su energía nunca se...
El hombre de la bolsa guarda. Pasa de noche por los jardines y colecciona miedos. Tiene montoncitos de sombras con formas extrañas y temibles, que ha despegado de las paredes de las habitaciones de los niños. En su alacena se amontonan los remedios sin tomar, los crayones para orejas y las agujas. Tiene un alfiletero...