Las palabras nos acompañan en todo, la mayoría las elogia, pero que pasa con las que lastiman, con las que no se dicen, con esas que provocan un agujero en el estómago que termina en sufrimiento, con el engaño.
El engaño y la mentira comienzan con un pequeño desliz, el odio aunque se apacigua no se apaga, y al momento de salir, te puede destruir, lástima a quienes amas, y más si tú no has hecho nada.
Memorias del autor de su experiencia como prisionero político del Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN) en 1979.
El detective manchego instalado en su nueva vida se enfrenta ahora a un apasionante caso en el que las relaciones familiares, la corrupción pero también el amor y la generosidad son los motores de acción de esta entrega. Todos estos elementos y algunos más entrelazan los destinos de dos familias hasta llegar a un final...
Este cuento fue escrito en un café de Mendoza, Argentina. Durante la estación de otoño. Nos invita a llevar nuestro problemas al cuento y hacer unas pequeñas reflexiones sobre la vida a través de los ojos de un personaje que nos sorprenderá.
Un Martes escribí… «No me gusta la soledad. Es triste acabar el día sin palabras, puedes sentir el ruido blanco danzar tras de ti como si se burlara. Algunos se despiden en silencio satisfechos con lo compartido. Pero en otro lado del mundo… ¿cuánto caos puede crear un monólogo sin auditorio? Un martes pensé que...