He aquí un breve monólogo de un viejo amigo acerca de por qué no puede atraparme. Este servidor se da por bien pagado si los hace sonreír. Que estén bien.
Sentada frente a su ordenador, engullía patatas fritas de bolsa y daba copiosos tragos de vino tinto (su ansiedad se lo agradecía), mientras en voz alta, leía el texto a pie de foto: “Todo lo que das el universo te lo devuelve multiplicado”. Reflexionó sobre aquella frase hecha y en apariencia espiritual que, según su criterio,...