Ensayo que intenta cubrir las diversas manifestaciones narrativas de tres videojuegos como servicio para la construcción de sus universos ficcionales en tanto se intente explicar cómo su historia y cosmogonía necesite del uso de una enciclopedia —o lo que vendría a ser una versión reducida de esta— para hacerla viable.
Este ensayo busca, dividido en dos partes, primero, evidenciar que los protagonistas de los videojuegos gachas no siguen los cánones de la tragedia antigua, segundo, llegar a una definición de lo que es la tragedia moderna y situar a nuestros protagonistas dentro de estos márgenes para corroborar si aplica esta asignación.
Mi primer intento de realizar un ensayo, haciendo uso mi poco conocimiento. Un trazado de mis creencias sobre la figura de la mujer en el mundo, partiendo de observaciones propias, provenientes de la literatura, el cine y la música que consumo, y además de mujeres que conocí a lo largo de mi transitar. Más que...
La industria de los juegos como servicio a través de sus mecánicas gachapon ha ocasionado en sus jugadores una dependencia total en base al coleccionismo de personajes apelando a la estética y la probabilidad de su obtención. La agresividad en que estos personajes se van renovando es tan notoria que más pronto que tarde lo...
El siguiente ensayo crítico cinematográfico es presentado en su estructura original, tal y como lo compartió el autor en 2020, salvo por mínimos errores ortográficos que fueron corregidos para la siguiente publicación. Un tributo a Wes Craven, uno de los grandes maestros del terror.
Me enredé en tus manías, anudándome en ellas me dejé llevar, rio abajo la fuerte corriente no parecía que fuera a parar. Llegaba a tu casa y me ponía tu ropa, entonces ya me podía acercar. Te apartaba el pelo de la cara, pero no me atrevía a besarte, me sentía una niña con el...
Siento una espiral en mi cabeza por la que escucho a mis pensamientos discurrir violentamente hacia abajo, agolpándose al final, como un accidente de tráfico en un túnel. Siento un nudo en la garganta y otro en el estómago, atados a su vez entre sí, tirando bruscamente el uno del otro, como si de un...
Otra noche más en la que no puedes dormir: soy las cuatro pastillas de rivotril debajo de tu lengua; la desesperación de ver amanecer otra vez. Me has anestesiado tanto que creo que no volveré a sentir nada: soy el momento exacto en el que te quedas dormida y nunca puedes recordar por mucho que lo...