Poco se habla de la vida sexual y secreta de los adolescentes, ¿puede ser el morbo o la idea de que algo pasa? Pues no todo es tan extremo y tan rápido como muchos creen. Y no todas la experiencias son iguales y fabulosas, puede ser en un parque, un cine, una casa, un rincón, un lugar que con sola intensión se vuelve inmoral.
La antigua educación que recibí de infante sin duda reprimió mis emociones y expresiones, jamas pude hablarle a mi padre a los ojos en ese entonces, el miedo me invadía, y lo mismo en el colegio, me costaba socializar. Eso fue hasta tercera de media cuando comenzaron la fiebre de los «quinces»,y por una de mis compañeras quien fue la primera en hacer esto invito a toda la clase. Tuve que pedir permiso para ir y me costo muchas cosas como: ya no poder ver tele, la única fiesta que iría al año, no me darían dinero para el refrigerio y tenia que hacer labores en casa.
Fue la semana mas lenta que recuerdo pues todos hablaban de como seria, otros presumían de que no seria su «primera vez» y el resto decía como iba a hacer, yo por otra parte estaba con expectativas lejanas, por alguna razón un día antes un grupo se me acerco y me dijo que me uniera, algo que me sorprendió es que todos eran callados igual que yo ¿como no los había conocido antes? Sin dudarlo me uní, ¿a quien le gusta estar solo?
Todo se acordó el lugar de encuentro a que hora iríamos y nos íbamos, por mi parte nadie me dijo que se iba en traje casi una hora para el quince tuve que hacer todo eso, prácticamente mis ahorros se irían en eso un traje, un regalo y el transporte; siendo sinceros estaba dispuesto a gastar mas.
Como explicarlo esa sensación de estar en un taxi solo por primera vez y sentir el miedo de que pase algo o y lo mejor cuando el portero me pregunto por mi pase y creer que casi lo dejo en el taxi, en fin entre a tal sitio y al lugar que me dijeron mis compañeros, prácticamente espere media hora ya que fui el primero en llegar. Los vi asustados pero felices, con una adrenalina muy inusual y 2 botellas de ron y champan, nunca en mi vida había tomado siquiera pensarlo pero ese momento recordé todos las condiciones que pasarían después de ese quince, quien iba a dudar en arriesgarse a tomar si no estuviese en mi situación. Y como es ritual al mas callado lo hacen tomar, estaba con el vaso en la mano nunca había temblado tanto y antes que el vaso rozara mis labios el guardia de seguridad apareció y dijo -En la esquina hay un basurero, si no se quieren ir tiren todo eso ahí. Nunca estuve tan emocionado y tan decepcionado, lo mismo digo por mis compañeros que tuvieron las mismas intensiones que yo, hasta pensaban que yo les daba mal presagio.
Prácticamente el quince demoro mas de lo normal en comenzar, por suerte mis padres no me dijeron a que hora tenia que llegar, todos estábamos aburridos y divididos; por un lado estaban los populares fumando, al otro extremo las chicas con sus fotos, y en mi lado todos jugando cartas como idiotas,¿que mas se podía hacer?
Era un cuarto para las 11 y todos seguíamos esperando excepto yo, pensé que esto era todo. Y así de forma inesperada todos se asomaron a ver la entrada por fin había llegado, todos se empezó a mover las copas del champan para el brindis, el chambelán, los bailes y de un momento a otro me jalaron para la pista de baile y los mozos repartían vasos con ron y refresco, mi ingenuidad y sed me ganaron, agarre un vaso y todos me miraron extrañados ¿acaso hacia algo mal? lo tome de instante, el dolor de garganta y cabeza que me había producido me mareo al instante y sin previo aviso empece a bailar con mi grupo. Poco a poco todos se nos unían mas personas y yo seguía tomando y mas MAS MAS¡¡¡ No sabia que pasaba en cada momento jalaba a alguien al centro para bailar, sinceramente no era yo pero la adrenalina de sudar en frió, no sentir vergüenza y desahogarte sin duda fue algo que nadie borraría.
Pensé que no podía mejorar dicha noche pero siempre pasa lo inesperado, estaba acercándome al baño para limpiarme la cara y siento una mano que me agarra el brazo, creí que era mi amigo y le dije sin mirar -espérame y separa un vaso de ron- no recibí respuesta alguna y cuando salí encontré a la chica mas hermosa del colegio sosteniendo 2 vasos con alcohol y me susurro -Te espero afuera-, jamas me creería lo que pasaba y menos si alguien nos seguía.
Yo sin interés le pregunte -¿que hacemos?- esperando que hable o algo pero solo agarro mi mano y me llevo a una parte oscura muy lejos de todo y de forma atrevida y temerosa volvió a susurrar -si no sabes que pasara, solo déjate llevar- sinceramente fue muy rápido como se acerco a mi abrazándome y de un brusco movimiento se agarro de mi cabeza para con sus tiernos labios besarme pero no era como uno igual a las películas y no sentí «amor» solo sentí un impulso de saber hasta donde llegaría ella; en medio de ese largo beso su mano bajaba de mi cabeza hacia mi pecho y con una suavidad empezó a quitar los botones y poco a poco bajaba, yo sentía como mi pulso se aceleraba tanto que se podía escuchar mi palpitar y tomo mi mano moviéndola lentamente hacia sus pechos ese primer rose me erizo la piel y como una melodía se escucho un dulce gemido que salia sin aviso que ni el mas dulce suspiro igualaría pero su mano no se detenía seguía bajando sintiéndolo en mi abdomen lentamente bajando al pantalón y mientras soltaba el primer botón una luz fugaz apareció.
No lo creía tal momento que me dejo sin aliento se interrumpió por el flash de una foto, con desesperación esa hermosa chica se fue y yo solo recibía elogios estúpidos de mis compañeros que sin duda alguna iban a hablar de lo sucedido, ¿tan rápido pasa el tiempo? Me fije en mi reloj y la hora del final había llegado, es curioso nunca había sentido tales emociones y nunca sentí tanta ansiedad por saber que hubiese sido el final, pero era momento de irme y por desgracia mi compañero se había ido antes por lo cual llegue caminando a mi casa. Si algo da mas miedo que sentir la muerte es saber que estará presente en cada callejón y oscuro lugar que pasaba pero tal vez no me altere por tener grabado en la mente lo que paso en el quince.
Al fin llegue a mi casa y el paisaje parecía desalentador mi madre estaba esperándome en la puerta, toda mi piel se helaba, acaso seria mi final por razones del azar no me dijeron nada solo me preguntaron que tal y me llevaron un té y a dormir. Ahora que lo pienso la resaca nunca fue un problemas pero si las cámaras, al día siguiente me llegaron fotos y vídeos de lo que paso, sinceramente jamas me sentí bien viendo que me dijeran «campeón» pero sin duda era un logro.
Sentí algo, como que la amaba o eso pensé pues era «mi primera vez» al tener tales emociones, jamas se olvida algo así y seguro nos llevaríamos bien pero al hablarle solo me ignoro, las llamadas ni respondió y mi espera termino, seguro estaba cansada o haciendo algo o avergonzada ya que siendo la mas popular tuvo que hacer eso con alguien a quien nadie conoce y sinceramente si yo fuera ella evitaría hablar conmigo.
¿Como todo pierde control? pues unas simples palabras. En el colegio fui donde la hermosa chica y trate de hablar con ella pero antes de decir una palabra dijo -Sabes hago esto con todos no te ilusiones y no pienses que quiero algo contigo, eres un «AGARRE» solo aléjate-. Mis palabras se convirtieron en el suspiro mas vació que di y en medio de mi confusión otra tarjeta apareció, una chica que realizaría una fiesta me invito la clase entera pensó que yo era el «alma de la fiesta», sin alcohol no soy nadie y con ese rechazo de tan hermosa chica no soy nada. Solo sabia que las chicas hacían rumores de mi, que yo era diferente y sin previo aviso mi vida daba otro rumbo, otra perspectiva, algo que no terminaría, algo inmoral.
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