LA CARTA DE LA EXPIACION

LA CARTA DE LA EXPIACION

Borja Bailon

23/04/2017

Los sonidos de mi cabeza han empezado a cesar y no obstante mi deseo permanece aislado por tu amor.

Nada más claro que estas palabras que te escribo para decirte lo mucho que deseo decirte adiós y no por miedo si no por desanimo emocional.

Cuando te vi la primera vez pensé que el mundo sería un hogar el cual compartir junto a ti, pero mi desdicha me ha dado la razón, por miedo y por soledad me he cansado de este mundo tan lleno de hostilidad, los claros del cielo se han cubierto de tormentas de pánico y la lluvia que cae es de odio irracional.

El deseo de seguir junto a ti es fuerte pero mayor es la gana que invade mi corazón y de una vez por todas decirte adiós.

Los pájaros ya no cantan en el jardín y las flores pronto han de morir, si mi pena alberga las oscuridades es por este mundo de ambigüedades.

Adiós te digo desde la más triste pena a la vez que mis lágrimas inundan el amor que un día nos forjamos en el andén del pasado.

No llores por esta alma en pena pues tu alma de luz te guiará por el sendero de la cordura y ten presente que la locura se hará sombra de tus dudas más inquietantes.

Adiós te digo amanecer de mi cordura y bienvenido hago de mi castigo el desayuno de mi destino.

No quiero una lápida donde me llores pues lo único que conseguirás será que las lágrimas que caigan de tus ojos rieguen la tierra con pena y dolor, quémame y esparce mis cenizas con viento de poniente y mantenme vivo en tu recuerdo.

Yo iré en alma a arroparte por las noches y mi calma ganada te harán de tus sueños dulces de seda, descansa y no sufras por mí; pues los paseos al atardecer serán mi alimento para volver a nacer.

Temporales irracionales por la codicia de nuestro amor, máquinas de tiempo nos enseñaron nuestro camino y final.

Pero no hicimos caso a la verdad, de lo más profundo a lo más banal mi perdición fuiste tú y a la vez mi salvación.

Las voces amigas me tendían una salida y no quise mirar hacia la libertad que era lo mejor.

El final que viví en persona no lo esperaba tal y como paso, la verdad te bloqueo y la soledad te abrazo y me degastes bajo tierra por amor.

La culpa de todo me la inyectaste en mi corazón pues la vergüenza era más fuerte que tu pasión te refugiaste en mentiras junto a la pasividad que se adueñó de tu incomprensión.

Dueña de tus actos dejaste que marcaran tu decisión pues al final el destino nos volvió a demostrar lo frágil de nuestro amor.

No necesito tu perdón por el daño que te regale ni tan siquiera palabras amables de tu sucia boca maestra de la confusión.

Ten cuidado y no dejes que la oscuridad atrape tu apariencia de niña buena, pues todos al final damos cuenta ante el tribunal de la vida en apariencia.

No te echare en falta los meses de frio, ni tan siquiera los días de lluvia intensa, aquella noche supe que nunca te volvería a ver.

Lágrimas derramadas al vacío por no saber que te había pasado o que había hecho yo para que te marcharas; amor de madre son palabras que escupo desde mi oscuridad por no saber que significa ….

Nueve meses pase en tu vientre y no te pareció especial para saber si realmente me querías, te alabo en mil sonrisas por no haber decidido dejarme en la oscuridad y así poder estar con mi padre; ni reproches, ni lamentos tu camino lo escogiste libremente y a mí me dejaste en la carretera a merced de la divina comedia.

Autostop de lamentos hasta conseguir que parase el momento de resurgir de la cuneta y apearme en la vida de esperanza y sabiduría.

Frente al mar estoy con decisiones en mi cabeza, huir o simplemente cruzar al otro lado para demostrar que valgo como persona y que mi fortaleza es tan fuerte como un bloque de hormigón.

Miro hacia atrás y lo único que veo son las destilaciones que he ido formando a lo largo de todos estos años.

Mirada perdida por pensar que he tirado mi vida al mar y el oleaje se la ha llevado pero la pena me corroe no por todo eso si no por el daño que ido traspasando a las personas como si del cáncer se tratase.

Me tiro al mar y empiezo a nadar con el oleaje a contracorriente como la vida misma siempre a contracorriente, nado y nado, pero cada vez es más difícil ver el otro lado pues la luz que me debe guiar se está disipando como la vida en una flor se marchita.

No obstante, las cadenas de mis pies parecen que se han fundido en oxido y hueso y me veo en el fondo a causa de las mil torturas que compre a precio bajo.

Cada brazada es más difícil y cada aliento es más angustioso que el anterior, somos almas en pena vagando por los caminos de la vida cuestionada por las decisiones de nuestro pasado.

Un flotador de salvación es lo que te pido para que rescates de este mar que poco a poco me engulle sin contemplación, rescátame de mí mismo y dame esa última oportunidad para que pueda llegar a la orilla y te pueda compensar los mil y un sufrimientos que en vida te hice pasar.

Rescátame pues la vida que te quise dar no la pude cuadrar y aun así lo he intentado todo para hacerte feliz.

Despacio… Mira mis labios e intenta leer entre líneas, mira las vueltas que nos ha dado la vida y respóndeme gritando con tu agonía.

Despacio…. Somos dos almas quebradizas que no pueden estar separadas pero el dolor nos distancia.

Mira…las lágrimas caen de mis ojos por no saber el secreto que invade tu corazón, somos dos faros en el mar apunto de apagarse por poder guiarnos en el sendero de nuestros labios.

Despacio…. Mirarte me hace daño y más cuando aún no estas, contradicciones paralelas aumentan nuestra melancolía.

Despacio….suelta esas palabras con polvo de luna y vuelve a hechizarme, mira en mis venas y veras como la sangre vuelve a correr pues la vida me has vuelto a dar.

Mis pensamientos suicidas se han ahorcado y han dado la bienvenida a la vida, hemos vuelto a viajar agarrados de la mano por el paso del tiempo para morir encadenados por un amor que decían que simplemente seria el vaivén de nuestras vidas.

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