Y estaba en la misma posición de siempre. ¿Estarían pensando que tardo mucho tiempo en ir al baño? Me daba igual necesitaba hacerlo. Necesitaba deshacerme de todas esas calorías, que invadían mi pequeño cuerpo. Me recogí el pelo en una coleta, pequeña claro, tenia el pelo por el cuello casi. Y me levante de estar sentada frente al inodoro, ¿porque lo hacia? Así, aquella pequeña nota que encontré en el estúpido cuaderno de psicología. » Eres demasiado gorda, como para ser una buena psicóloga » ¿Que tenia que ver eso, con llegar a ser una buena psicóloga? No tenia que ver nada, pero para mi cambio todo. Cambio mis rutinas, mis hábitos, amistades, y me volví una solitaria. Estaba consumiéndome por dentro, y lo peor era que era consciente de ello. Pero no hacia nada, cada vez que comía o que simplemente bebía algo, iba directamente a mi guarida. El baño. No se cuantas veces me he quedado en el baño, mirándome por fuera como si me estuviera mirando por dentro.. Me miraba y lloraba, y no se si lloraba por rabia, por saber en que me estaba convirtiendo y no podía frenarlo. O no quería. Y me miraba y me veia con la imagen distorsionada, me veía horrible y eso me hacia querer ponerme enfrente del inodoro y vaciar todo ese dolor. Me sentía bien durante unas horas, pero luego volvía ese dolor. También duele. Duele ver como las personas se van. Duele saber las verdades escondidas entre te quiero. Esos te quiero que me decían . «Confía en ti misma» era la frase que se repetía en mi cabeza. ¿Pero como voy a confiar en mi misma? Si todos me fallan. Y encima no me conocen, no me toman enserio. Solamente se piensan que soy la gorda. Simplemente soy esa. En verdad no sabia quien era, porque me estaba convirtiendo en alguien que odiaba. La cuestión es volverse fuerte de corazón sin perder la ternura del alma, algo que quizás yo ya estaba perdiendo, mi alma.. Y así como hay cosas que pasan por algo, también hay cosas que no pasan por algo también, y quizás fue que nadie se dio cuenta de que necesitaba ayuda. Quizás pensaba que yo haciendo esto iba encontrar felicidad, pero simplemente la encontraba simultáneamente. Eran momentos de felicidad pura, pero después caías de golpe, sin regreso. No se muchas veces como me siento, es difícil mirarse al espejo, y ver otra realidad distinta a la que ven los demás. Muy distinta. La gente se empeña en decirme lo que tengo que comer, cuanto he adelgazado. Pero yo estoy frente al espejo y solamente veo dolor. Dolor que me esta haciendo daño, dolor que solamente quiero liberar, y solamente se libera inclinándose en el inodoro. Duele, no puedo decir que no duela. Mentiría. Es como si mil cuchillos se posaran en mi garganta. Como si poco a poco dejara de sentir mi voz. Mis lagrimas se apoderan de mis mejillas, y mis ojos se vuelven rojos. No puedo dejar de hacerlo, pero debería. Pongo música, no quiero que nadie se de cuenta de lo que pasa, no se cuanto llevare en el baño. He perdido la cuenta.
En verdad me gustaría que alguien me ayudase, ya tengo ayudas claro. Pero no quiero ayudas del tipo, tienes que comer, tienes que pasar de todo, blababla. No. Yo quiero una ayuda tipo, que me hagan salir adelante, que entienda como me siento sin necesidad de juzgarme. Aprendí a callarme, creo que fue lo menos correcto que hice. Porque callo y sonrió. Y si la gente supiera todo lo que pienso, o me hacen sentir seria diferente. Pero la gente solamente, quiere hacer daño, y mas daño. No se ponen a pensar en los demás, solo le importa sus egos, sus reconocimientos. ¿Por meterte conmigo has sido mas grande en algo? No creo, para mi eres una hormiga. Pero una hormiga que cambio mi vida. Por que gracias a ti, encontré la motivación para sentirme mejor conmigo misma, no creo que de la mejor forma posible. Pero hizo que todos me miraran bien, ya no era la gorda. Volvía a estar con mi nombre de nuevo, unos kilos menos, y la cara mas cansada. Aun así, seguían los insultos, y esas cosas. ¿No era lo que todos querían? Mira odio llorar. Lloras por desesperación, por impotencia, por rabia. Lo odio. Me recuerda lo débil que fui, y como comencé en todo esto. No fue tampoco la culpa de todos aquellos, que me dijeron cosas. Es que yo misma tampoco me quería suficiente, como para decirme frente al espejo » Eres tu misma, y así todo esta bien » . Simplemente fui directa al espejo, y me dije que debía cambiar. Me tocaba la tripa y las piernas, y me sacaba carne de donde no tenia, pero yo decía que tenia. Era madura pero demasiado sensible, para este mundo incomprensible y duro. Pero mi mente simplemente me llenaba de dudas, y respuestas a todo lo que me preguntaba. »Estas enferma. Nunca seras a si de delgada aunque te pases mil años en el baño. Tapando tus ojos no tapas lo horrible que te ves.» Y así eran mis días, mis meses. Simplemente sabiendo que estoy enferma, pero sin querer curarme. También lo siento, siento el daño que he causado a todas las personas que les importo, o importe. Se que me convertí en una persona totalmente distinta, y que quisisteis ayudarme, aunque no de la forma que yo lo pedí. No sabéis la rabia que me da no verme como yo quiero, o hacer dietas milagros que no existen. Quizás nadie se dio cuenta, que yo pensaba en morirme cada vez mas, o quizás lo estaba haciendo. Mi cuerpo se estaba muriendo y mi mente ya se había muerto cada día un poquito mas. Y lo siento de verdad.
Así que lo siento por todo el daño que os he causado, por no ser como queríais. Hay días que la lluvia es mas fuerte que nosotros. Y ese fue uno de esos días, no se cuanto llevaba en el baño, no se si llevaba horas, preparándome para algo del que ya no había regreso. Mirándome en el espejo, con unas cuchillas en la mano. Pidiendo perdón por no ser lo que todos querían. Pidiéndome perdón a mi misma, por no quererme como debía haberlo echo. Solamente pedía, que si había otra vida. Fuera mas fuerte, y todo fuera un mundo mejor. Y mientras pensaba en lo que diría mi madre, y lo mal que se sentiría, por no haberme cuidado, y que tonta ella por pensar que no lo había echo lo mejor posible. Lo había echo pero yo no quería ser salvada, ya no. Y mis manos cayeron al suelo, y mi boca dio un suspiro por ultima vez, como si todo hubiera sido un sueño.
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