LOS VIAJEROS PERDIDOS
Lástima que no haya billetes para maniquíes, ni para fantasmas, ni para payasos de nariz roja. Lástima que no haya billetes para amaneceres limpios, corazones rotos, almas gemelas, pasiones desesperadas, atardeceres de primavera, juguetes de hojalata. Lástima que no haya billetes para princesas de cuento, gamusinos plateados, canicas de colores, leones de peluche, hadas madrinas,...