Simbolismo entre líneas
“Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro”. Comenzaba así el más arduo relato que nuestro ángel de la guarda escogía, de entre los mil y un recuerdos que sostenían su memoria, para amenizar aquellos gélidos atardeceres berlineses. Escuchábamos atónitos sus palabras mientras la piel poco a poco se erizaba, suplicando en voz baja...