Tras el cristal
Su barba y su melena expuestas al viento componían una imagen que atraía las miradas lascivas de las mujeres del departamento de finanzas y la envidia de sus compañeros. Cinco veces por semana, puntual a la cita, el joven aparecía tras la cristalera y, ajeno a lo que sucedía en el interior, realizaba su trabajo...