En viaje
En esta maleta no cabe casi nada, o – más bien- casi todo lo que tengo. Siempre hay al menos dos lugares entre las distancias, siempre hay partir para ir llegando, y el viaje se traduce en ir llevando. Llevarme prolijo entra ajustado entre el calzado y el sombrero… llegándome, pero llevarme libre me arruga...