VENGANZA
Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón cuando todo estallara. Montó un galimatías de proprociones bíblicas. Quizá la progresión fue más rápida de lo imaginado. Un solo acto. Duró dos minutos. Añadido el tiempo del asco y el rechazo, media hora. Sumando la caza, un día completo. La recompensa: El mar y el...