Su barba y su melena expuestas al viento a lomos de su caballo de guerra, así recordaba Juana la Loca a su esposo viéndole partir. La muerte del rey le entristeció de por vida, mientras el regimiento de soldados combatiendo con el Duero como testigo. Trigos verdes por tierras y campos de Castilla fueron conquistados.

Junto a una ventana del palacio observaba el paisaje, seguía recluida hasta su final. Las viñas anunciaban que habría poca producción de vino y ella confinada porque le trataban de loca. Finalizaba un reinado más. Quinientos años después, una pandemia está teniendo lugar.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS