Su barba y su melena expuestas al viento. No le importa sentir el aire frío, está acostumbrado. Bucea en sus bolsillos, no hay ni una sola moneda, ninguna persona a la que indicarle un sitio para aparcar, no hay ni uno de sus conocidos. Recuerda la orden que hay.

Una voz a lo lejos le grita : » Venga usted con nosotros, le llevaremos a un sitio seguro, no puede estar aquí, nadie puede»

Se pregunta a dónde irá, cual será el destino de ese viaje. Sus pasos se encaminan lentos hacia el policía.

Es un viajero sin billete.

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