Tres es multitud 
Viajes encadenados (en 8 semanas)Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón si las olas no le hubieran echado raíces en mi lado del sofá. Le miro y siento tan poca cosa que se me hiela el blanco de los ojos. Yo siempre he sido normal, pero puede que el gen sociópata de mi madre esta vez no salte generaciones.
Esta ciudad en estado de alarma aún no me conoce. Es apenas la tercera etapa de mi viaje pero yo ya soy oficialmente asesina múltiple.
En fin, cada uno se entretiene como puede. Tanto tiempo en casa no puede ser bueno para nadie.
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