A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir-pensaba mientras la miraba con ternura. Eras una bolita peluda y salvaje cuando te encontré brincando por el monte gallego, una damisela buscando cariño. Y aquí estás, hablándome sin hablar, sonriéndome sin sonreír y observando mis ojos de gata que tuve en mi otra vida.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS