Te regalé una bonita sonrisa de Joker justo al salir del cine. La cegadora luz del centro comercial me devolvió a la realidad. Había olvidado que era nuestro primer encuentro. Allí me fijé en tus raídos vaqueros y camiseta azul. Una mochila a la espalda. Tu barba recortada como la mía. Meses chateando por la red, y hoy, por fin, elegimos el estreno de la película para conocernos. Una ciudad diferente para encontrarnos. Yo fui en coche, tú, no sé si en tren o autobús, pero sí que habías sido puntual. También sabía que nuestro amor sería anónimo aquí.

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