Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro en el dinero que le dejaría a mis hijos.

Pensé que había sido buena decisión. Terminar con mi vida lamentable y cobrar un seguro para que finalmente pudieran viajar al Lado Limpio. La Social Suicide se llevaría un 3% por gastos de administración. El resto iría para ellos y podrían pagar el avión y el costo de vida para pasar definitivamente del Sumidero al Lado Limpio.

Social Suicide estaba cambiando todo, por lo menos hasta que las aseguradoras se acomodaran.

Antes de eso, sólo el 1% más rico podía vivir allí.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS