Lástima que no haya billetes para maniquíes, porque eso es lo que dicen que eres, así te habría podido acomodar a mi lado en este avión. Casi no logro hacerte caber en la maleta, ahora vas allá entre el equipaje, ojalá no sufras demasiados daños, estamos solos en el mundo y no te quiero perder. Ya estoy curado de todas mis dolencias, que eran más del alma que del cuerpo, me han dado de alta de la clínica, por eso vamos de vuelta a casa, vas a conocer mis montañas y empezaremos una nueva vida.

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