En esta maleta no cabe casi nada. Pero para este viaje, escaso es el equipaje que me debe acompañar…Me conformo con llevarme un “te quiero” postrero nacido de tu boca y un último beso de tus cálidos labios…

Sin lágrimas, no hay sitio para ellas en mi parva maleta. Solamente quedó espacio para llevarme bien acomodados recuerdos plenos de amor, el deslumbrante resplandor de tu sonrisa y el dulce calor de tus abrazos…

Es la hora mi amor. Este viaje lo debo hacer solo, pero te esperaré allí donde vaya. Un último latido de mi corazón…como siempre, por ti.

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