¡En esta maleta no cabe casi nada! – gritó papá mientras echaba toda su ropa, y yo perdía la esperanza de esconderme dentro de ella. Mi madre lloraba sobre el sofá «No te vayas Julián, hazlo por el niño».Corrí hasta papá y lo abracé por la espalda, lo apreté con mis brazos, con mi llanto, con mi voz pero sacudió su cuerpo y escapó de mi. El portazo tras él me dejó sin habla y mi madre como una paloma ahogada, me abrazó contra su pecho con sus últimas fuerzas y cayó al suelo destrozada.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS