—En esta maleta no cabe casi nada— Me dice mientras me mira.

—No importa, yo no necesito llevar nada más— Le respondo esbozando una leve sonrisa.

Con ella ya tengo suficiente. A su lado todos los viajes se vuelven especiales. Desde la Medina de Marrakech hasta la Plaza Roja de Moscú, todo adquiere un tinte mágico cuando está a mi lado. Le encanta viajar. Y a mí me encanta ella.

Viajar y ella.

Viajar con ella.

No hay mayor placer en la vida.

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