Ninguna silla es adecuada, no quiero estar junto a alguien maloliente, ni hombre, ni que pregunte por qué viajo, yo no lo sé. Quisiera junto a mi el mullido y esquivo abrazo de mi madre, quien me ve distinto desde que supo que me iba, soy menos indigna a sus ojos… mejor no tenerla cerca ahora, que no se entere del miedo y la tristeza que siento, que no escuche la voz en mi cabeza deseando que el avión se estrelle para no tener que irme… soy una mala persona, mataría a cientos de personas solo por mi cobardía.

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