En esta maleta no cabe casi nada. Una soga, cuchillas de afeitar. Intenté ahorcarme pero el techo de mi casa es demasiado bajo. Sólo mide dos metros y yo mido uno noventa. La soga tiene que ser exactamente de nueve centímetros, eso no proporciona la caída suficiente, mis pies siempre topan con el suelo. A veces me quedo ahí un rato, mirando por la ventana. Luego me entra hambre y me bajo. Lo de las cuchillas ni pensarlo, no soporto la sangre. Probaría con monóxido pero no tengo coche. Ser pobre trae problemas incluso en las áreas más insospechadas.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS