Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro… El verano hubiese sido diferente, si hubiera seguido mi camino y no me hubiera parado a recoger a ese autoestopista. Quizá fue el destino, quiso que pasara por esa carretera y viera a esa persona sola en la noche, pidiendo ayuda. Puede que el destino no supiera si estaba huyendo de algo, o que solo estaba perdido. Lo que no vió venir, era el arma que llevaba y que minutos más tarde, me la puso en la cabeza. Fue en ese momento cuando vi que mi destino estaba en aquel muro.
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