Vio los copos caer sobre el asfalto y algo dentro de ella se removió. Extendió sus brazos y cerró los ojos, dejándose envolver por el frío que calaba su cuerpo. Podía notar el fino hielo derretirse sobre su rostro y resbalar por sus mejillas hasta su cuello. Estaba helada, pero no quería cubrirse. Elevó sus manos y clavó su mirada en el cielo. Se sentía como en un sueño, rodeada de blanco. Abrió la boca y un copo cayó sobre su lengua. Un escalofrío recorrió su cuerpo y rió sin poderlo evitar.

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