Que bueno el momento de dormir aunque tuviéramos miedo de un monstruo. Era aquel momento en el que podías reencontrarte con las sirenas, las hadas o con lo que quisieras. Pero todo cambió. Crecimos y llegamos a la noche solo con ganas de dormir y tener la mente en blanco. No aprovechamos el don de soñar, pensamos que nos hará levantarnos más cansados, cuando soñar es lo que nos aleja por un rato de esta sociedad tan hipócrita y estereotipada. Ahora mi único miedo es no soñar.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS