Mientras caminaba, contemple a lo lejos un hombre que agitaba sus cansadas manos en señal de saludo, sin dudar emocionado corrí hacia el.
Era mi abuelo; un hombre trabajador, amado por su familia.
Esa noche al cenar, note que sus manos estaban temblorosas, su voz era pausada y sus pasos cada vez mas lentos.
Mi vigor y juventud se contraponen a sus años, pero sus experiencias, lo hacen sabio
La vejez , es ese viaje que aun no he hecho, pero que anhelo realizar siendo guía para otras generaciones.
OPINIONES Y COMENTARIOS