No conozco a nadie por más que busco caras conocidas. Tengo suerte, mi asiento es cómodo y de los primeros, por atrás van bastante peor, los oigo quejarse. A veces me entretengo mirando por la ventanilla, pasamos por lugares preciosos, pero otras, cuando está oscuro y solo puedo ver mi imagen reflejada en el cristal me agobio. No veo al conductor. Parece… ¡No puede ser! ¿Va solo? y… ¿Dónde? ¿Dónde vamos? ¿Lo sabes tú?
El viaje que aún no he hecho (concurso de microrrelato)
OPINIONES Y COMENTARIOS