No importa en qué maldito destino. Quiero sentir la hierba y la arena del desierto bajo mis pies; bailar con lobos y cantar con jilgueros una melodía sin letra. Quiero sentir frío bajo la luz de la luna y tiritar en aguas congeladas. Quiero caminar hasta que me salgan callos y mi cuerpo desfallezca. Quiero despertar a la intemperie, sólo, sin nada que temer. Quiero llorar en todos los rincones. Porque este mundo es hermoso, lo quiero conocer. Este es el viaje de mis sueños que nunca emprenderé.

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