Peluquería y manicura todos los días, por si acaso. El vestido blanco, listo para el gran día. En los libros parece un lugar agradable. La casa vendida. El billete es sólo de ida. Hay que celebrar una fiesta de despedida. Con champán, claro. Nueva casa de madera ¡y de la buena! Listo el papeleo. ¡Ah, el médico!

—Disculpe, confundí los expedientes. Usted no está enferma terminal. Sólo es cefalea. Enhorabuena ¡no se va a morir!

¿Por qué sonríe? Claro ¡soy yo la que tiene que pagar el vestido!

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