Habrá que seguir

Habrá que seguir

Bárbara Remedios

02/01/2021

Necesitaba de un día de asueto y contemplaba el ocaso en un estado como acecinado.

Llegar al despacho y encontrar la carta de despido sobre el escritorio fue un duro golpe por lo inesperado.

Tiene el recuerdo de haber mirado a su alrededor a través de una cámara lenta. Dieciséis años de su vida de total entrega al trabajo que se diluyen en un virus que parece arrasarlo todo.

En una caja de cartón no cabe toda su dedicación y esfuerzo. Muy lentamente va dejando caer los portarretratos familiares, algunos documentos personales y sus dos plantas. Las biznagas olvidarían su esplendor si nadie se ocupa de ellas.

¿Y ahora qué hacer? De momento decide descansar, dejarse llevar.

Está seguro que mañana despertará con un nuevo plan para andar, porque sabe que tiene que recuperar la rutina que le hace sentirse feliz.

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