Flotan las palabras en mi mente, sin ninguna conexión aparente. Observo el techo, cual papel en blanco.

Alzo mi mano derecha, con un ademán al aire escribo mis recuerdos…mi única herencia son mis escritos, mis ideas hechas vivencias estampadas en una hoja.

Dejé de vivir cuando mi mano, temblorosa, no sostuvo más la pluma, mi mente, mi taller creativo, cedió ante el inminente fin.

Ven pequeña, siéntate a mi lado. Toma, escribe: “Hoy es 17 de mayo, culmino mi trayecto, lo sé. Mi nombre es Mario…”

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS