Es ahora, justo en este momento que vivimos algo histórico, extraño, algo de dimensiones enormes, ahora que lo único que podemos hacer es inmovilizarnos atrapados en nuestras casas, mirando con ansiedad como la primavera se desarrolla al otro lado de la ventana, es ahora cuando parece que tenemos la oportunidad de empezar de nuevo.

Resistimos entre el miedo y el desconcierto, entre el dolor y la impotencia, contándonos historias sobre un mundo diferente y mucho más hermoso que resurgirá cuando todo haya acabado.

Queremos creer que toda esta locura nos hará mejores, que en apenas dos meses paralizados y supuestamente reflexionando sobre las grandes verdades, los valores, el sentido de la vida, nos devolverá a las calles limpios, sanos, bellos y buenos. Que seremos otros, que aprenderemos lecciones, que no repetiremos errores…

Mientras que algunos han intentado sinceramente reflexionar sobre su vida y la Vida, sobre el derroche, lo que es verdaderamente importante, los afectos, la cercanía… otros no han parado ni un solo momento de protestar, criticar, emponzoñar, lamentarse, insultar, intentando constantemente minar a conciencia la paciencia y la resistencia del resto, porque, a pesar de sentir todos el mismo miedo y las mismas dudas, hay quien ha preferido colocarse del lado de los que consideran que, cuando todo está mal, hay que contribuir a que todo esté peor para alzarse sobre los pedazos destrozados del supuesto adversario, sin considerar ni un instante que todos estamos afectados por igual y que el único adversario es un virus desconocido y sorprendentemente eficaz.

Y así vamos caminando hacia una posible salida, tímida, lenta, temblorosa, una salida que no nos devuelve a lo que se llevó por delante la pandemia pero que devuelve esperanza. Ahora, a todas las dudas sobre su evolución y control, se suma la duda de quienes seremos nosotros después de todo esto, si realmente seremos los mismos o seremos otros, y sobre todo, si habremos aprendido algo y, al menos hasta que se nos olvide, podremos ser mejores entre nosotros, con nuestro planeta, con las cosas, con la Vida…

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