Amor en tiempo de cuarentena II

 Decidí despertar mas tarde de lo normal. Dentro de mi mente un sin fin de pensamientos, de lo que ocurría en el mundo entero, no dejaba de comunicarme con mis amigos fuera del país para saber su condición en este coas que nosotros mismo como humanidad habíamos creado.

No sabia si era designios de Dios, si era una guerra biológica desatada por entes gubernamentales o sencillamente algo que debíamos vivir para ser mas humanos y amantes de lo intangible.

Por mas pensamientos recurrentes que iniciara en mi para poder evitar su recuerdo, siempre terminaba con un avivamiento en reproducciones de instantes en mi memoria, su espíritu liberal, y esas ganas de vida que admiraba a su lado. Evitaba sus llamadas y mensajes para creerme independiente de este amor descarado y sin freno.

Quería despedirme de ese sentimiento para no hacerme vulnerable pero en este secuestro que me encontraba nuestros momentos vividos eran como un síndrome de estocolmo. Habíamos vivido guerra frecuentemente, nuestras ganas de libertar nuestro país nos habían unido nuevamente en las calles, nuestro amor era mas grande que las adversidades de nuestro entorno. Pero merecía estabilidad emocional y no sentirme frágil ante su ausencia, quería gritarte palabras que jamas le había dicho, pero mantenía mi posición de guerrera intocable. 

Al sonar el teléfono esa mañana luche por encontrarlo, antes de sentir esa sensación de vació en mi pecho, era su voz pero no con la misma fuerza de siempre, eran las mismas palabras y para mi el mismo significado y la misma intensidad. Pero algo pasaba con el, algo no estaba bien, y lamentaba inherentemente en ese momento no haber estado allí. Su respiración en ese instante se acortaba y sin duda alguna algo andaba mal.

Fue entonces, cuando todo el bunker que había construido para mi se derrumbo, no podía creer que me estuviese sucediendo a mi. -No estoy muriendo, Fue lo que pronuncio antes de que mis lagrimas comenzaran a caer por mi rostro, -He dado positivo esta mañana, pero vamos a estar bien. Fue en ese momento donde no supe contra cual de mis monstruos luchar.