amor en tiempos de coronavirus

 Vengo entrando de vacaciones cuando oigo la primera noticia , a la que le presto poca atención, es mi hijo el que me hace retroceder a la habitación y oír atentamente  la información

-¿ sera verdad eso o el argumento de alguna película de zombis? -digo

– ay mama existen mil películas con ese argumento – me corrige 

– ¿en serio ? 

– claro que si , algunas de tu época, se ríe burlonamente

De esto hace casi 45 días ya , la tensión ha ido en aumento al punto que nos cruzamos en el pasillo sin saludarnos y ocupamos áreas determinadas de la casa donde uno no pueda perturbar las actividades del otro. Yo aún estoy trabajado así que me voy muy temprano,él estudia online y nos juntamos en la tarde  a veces en absoluto silencio , otras oyendo ambos las noticias e informes,  

No habíamos notado ninguno de que forma hemos ido adecuando nuestras vidas separadamente, este encierro que nos ahoga y nos predispone a exaltar los defectos del otro; me molesta su música, el volumen,su ropa en el suelo, sus risotadas, me perturba como invade mis espacios e interrumpe mis descansos .Cada dia un comentario quiebra despiadadamente el humor y la buena voluntad

– por favor hoy no me hables hasta que ordenes tu habitación que es una zona de guerra, le escupo antes de salir de casa -me mira serio primero , y luego lanza la risotada

– Mamá debemos hallar la manera de convivir  tranquilamente, yo no puedo irme 

lo miro  detenidamente, por primera vez en 45 días, ya no es el niño que solía ser, es casi un hombre 

le toco el rostro, un privilegio solo de algunas madres hoy en día , y decido que esta es mi última oportunidad antes de perderlo por completo

– prepara panqueques para la once , jugaremos dominó – primero me mira perplejo, luego la risotada de nuevo, me abraza, haciendo crujir mis huesos ¡ y se siente tan bien! 

– ya vieja ve, ve yo  prepararé todo y te espero . Y  ya estoy enamorada de nuevo .