Amenaza 1.9

Últimamente desde los balcones de nuestros hogares, a media noche, se veían sombras en la oscuridad. Iban paseando con parsimonia por nuestras calles y de la misma forma que aparecían, desaparecían, pero nadie sabía que eran. Tal vez vendrían a salvarnos o a llevarse a los que quedaban o podrían ser las almas de los que cayeron. Sea lo que sea, las sombras tendrían la respuesta, pero nadie lograba acercarse a ellas. Conforme te aproximabas, se desvanecían. Cada vez aparecían más y cada vez éramos menos. Daba igual quedarte confinado y no interactuar con nadie, se había propagado incluso por el ambiente. Era inevitable, tarde o temprano nos infectaríamos y probablemente una de esas sombras, vendrían a por ti. Desesperados por todo lo que estaba sucediendo, no había forma de frenar la situación. Todos pensábamos que nuestra amenaza era un virus biológico o químico, pero nos enfrentábamos a algo que superaba toda ficción. Mientras buscábamos una cura, ya había aniquilado a medio mundo. Nos dimos cuenta demasiado tarde que el covid19 era un virus digital, pero aun así, seguíamos sin entender la causa ni el porqué. Eliminaba a los programas más antiguos, sin embargo, a los más actualizados o nuevos no les afectaba. Al final lo comprendimos, cuando la extinción era inevitable. Estaban formateando a la humanidad…

Todo tiene un proceso y todo tiene una cura. Cuando formateas un ordenador y lo restaura, funciona perfectamente. En ese momento todos los programas funcionaran y no habrá ningún agente externo ni virus que lo puede ralentizar. Así que lo mejor que le podía pasar al planeta es que se reinicie. Pero el ser humano es tozudo y tenaz, y al final logró controlar la amenaza y evitó el formatear de la humanidad ¿cómo? Como suelen hacerse con los ordenadores, apagar durante un tiempo y volver a encender. Así sucedió, el planeta se paralizó, muchos programas se desinstalaron, pero los que sobrevivimos no aprendimos la lección. ¿y ahora qué? Nada, volvimos a derrochar, contaminar, malgastar… ojalá vuelva otra amenaza para volver a ser lo que fuimos cuando nos confinamos.