Otro día más de silencio. Va avanzando ya la tarde y… ¿qué ha habido hoy de relevante? Sí. Una vecina ha puesto música a todo volumen mientras limpiaba frenéticamente la entrada a su casa. El olor a lejía impregnándolo todo…Menos mal que aquí el aire se “supone” es limpio. Por lo menos, el yodo del océano Atlántico es una ayuda.

Cuando desperté esta mañana, ropa, zapatillas, café y, cargada con gorra, gafas oscuras y móvil y sus auriculares, me fui a caminar. Salgo a mi terraza, enfilo el pasillo, subo diez escalones y recalo en la azotea, que se ha convertido en lo que mi imaginación decida en el momento. Hoy me fui hasta las piscinas naturales de los Dos Roques. Terminé haciendo varios tramos corriendo al compás de los éxitos de los años ochenta y noventa que me va chivando la emisora de radio. Sé que es ejercicio “no” propio de confinamiento, pero he de aprovechar el privilegio de tener una casa terrera con hermosa azotea frente al mar.

El resto del día lo dedico a limpiar con lejía, hacer de comer, recoger y volver a limpiar; mirar el móvil (abuelababeanteantelaimagendesuprimeranietamordiendoalgoyriendoacarcajadas)…me seco las lágrimas. Almorzar, recoger, descansar… (de la angustia, impotencia) Sentarme a escribir cuentos y poemas para guardárselos a mi pequeña, por si acaso (por lo visto, soy persona de riesgo) Y empieza la desesperación otra vez. Hay que ir a aplaudir. Es la hora.

Yo, para aplaudir me pongo zapatillas deportivas¡!

Sí. Me vuelvo a mi azotea con mi música. Los latidos de mi corazón hacen volar mis pies. Me acompañan muchas veces algunas gaviotas “¿otra vez aquí, chica?” Se suceden en mi mente la rabia y el horror ante la prepotencia. La tristeza ante la impotencia. Y aplaudo. Cada pisada es un aplauso.

Solo queda ver las noticias del día. Silencio. Más tristeza. Con suerte, vídeo conferencia con alguno de mis hijos.

Cena. Recoger-lejía (mis manos pidiendo auxilio)- Cama. Dormir. Soñar con un nuevo día. Se me cierran los…

De un salto me levanto y corro a preparar de nuevo mis zapatillas. Mi ínfima contribución.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS