Sobre la dinámica de mis emociones burguesas durante el encierro

Sobre la dinámica de mis emociones burguesas durante el encierro

Canni

04/04/2020

De 9 a 10 de la mañana, despierto con un profundo odio a la humanidad. De 10 a 12 tengo hambre. De 12 a 13 me siento encerrado. Me desespero. De 13 a 15, caigo en un estado de melancolía. De 15 a 16 tengo hambre. De 16 a 17, todavía tengo hambre y un poco de angustia. De 17 a 18, comienza un estado de confusión: no se que día ni que hora es. Me encuentro perdido y el estómago me avisa con un ruido desagradable que tengo hambre. De 18 a 20 camino por la casa, cambio de canal, pongo una película que ya miré y extraño a la familia. De 20 a 21, amaso porque tengo hambre, pongo música de David Byrne en el teléfono y lloro. Corto la muzarrella con la mano, me como un pedazo para calmar el hambre y pongo la pizza en el horno. Quiero romper todo: el horno, la pizza, el teléfono y a mi mismo. De 21 a 22 como, siento lástima por los infectados, por los que murieron y por los pobres. De 22 a 20 mil prendo la televisión de nuevo y elijo una serie que no vi pero tampoco me despierta interés. Miro sin mirar. Está realmente oscuro afuera. Agarro un chocolate porque tengo hambre. Apago la tele, Muerdo dos o tres veces una porción de pizza que sobró. Pienso que la comida me quedó rica y me pongo feliz. Me quedo dormido.   

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