Recuerdo un refrán español que dice:
«No hay mal que por bien no venga»
A pesar de la cuarentena
ya no hay soledad en mi casa
al otro lado del teléfono
están las voces de mis hijos
repican cada día
cuídate mama
son palabras que suenan dulces y armoniosas
son palabras que llegan al fondo de mi alma.
Siento no poder visitar mi parque
ni contemplar los cerezos en flor
ni tampoco recoger la más hermosa margarita
aquella que sobresale sobre el verde resplandor
la que me lleva a mi amada juventud.
Este virus pasará y nuevas margaritas nacerán
pero las palabras de los míos siempre quedarán ocultas en mi corazón.
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